lunes, 12 de noviembre de 2012

¡Cruci!


Bienvenidos al Batiscafo Sonoro, lugar donde los sueños pasan a ser reales, los recuerdos el pan nuestro de cada día y la realidad un pensamiento efímero. El espacio de Imágono en el qué Alvaro Cobarro y Elena Valverde se sumergen en un océano de palabras que caminan de la mano, en un mundo con banda sonora. Bienvenidos al Batiscafo Sonoro, abróchense los cinturones que va a comenzar la inmersión.

La nostalgia de la infancia perdida. Esa etapa de la vida en la que nada era demasiado complicado. En la que los niños eran superhéroes de Marvel y las niñas princesas Disney. En la que estar malito te convertía en un maharajá al que se le consentía ver los dibujos desde la cama durante todo el día y se le curaba a base de sopa, mimos y masajes en la espalda con Vicks VapoRub. Esa etapa en la que cualquier sueño podía hacerse realidad…

Ojalá, siendo ya adultos, pudiésemos librarnos de cualquier problema soltando un “¡que yo soy huevito!” o parar cualquier conversación incómoda con un “¡crucis!”, como cuando se jugaba al pilla-pilla. Ojalá el conocer a gente nueva y adaptarse a un ambiente distinto fuera tan fácil como cuando podíamos usar el “¿quieres ser mi amigo?”. Ojalá nuestra mayor preocupación fueran los regalos de Navidad y el carbón o la entrega de las notas a nuestros padres a finales de curso.

¿Y ese primer amor? Sencillo, puro, inocente... En el que no había ni preguntas, ni inseguridades. En el que todo estaba claro con tan solo un beso en la mejilla. En el que todo se perdonaba con una piruleta o un abrazo. En el que, una vez pasado, no existían los ex, sino los amigos. Ojalá pudiésemos mantener esa sensación en la vida adulta más allá de las primeras etapas de una relación.

Cuando eres pequeño la palabra desilusión la asocias a no recibir por tu cumple el Action Man que esperabas o el descapotable de Barbie con el que tanto dabas las brasa a tus padres; a ser elegido el último a la hora de practicar un deporte por equipos en el colegio; a tener lentejas para comer en lugar de macarrones… En definitiva, cosas que se suelen pasar con el bocadillo de Nocilla de la merienda. Sin embargo, cuando te haces mayor, experimentar una desilusión suele implicar un dolor más permanente y más profundo, que el chocolate no puede borrar.

La visión tan sencilla de la vida y de lo que nos rodea. Esa cualidad tan importante que nos ha ido arrebatando la madurez, al igual que la inocencia. Vamos viendo que la vida es complicada y vamos complicándonos nosotros al mismo tiempo. Vamos sufriendo tanto en algunas ocasiones, que nos convertimos en seres desconfiados. Vamos experimentando tantos obstáculos y dificultades tan diferentes que cada vez nos vamos haciendo más difíciles de entender. Y ahí, cuando todo ha evolucionado, es cuando echamos la vista atrás y recordamos con nostalgia la infancia perdida.

En definitiva, todos esos tesoros que guardamos de la infancia, la nostalgia, la ilusión, la inocencia, los podemos encontrar en un refugio, en nosotros mismos, hemos sido Elena Valverde y Alvaro Cobarro, esto ha sido, El batiscafo sonoro

La Playlist:
Marathon-Tennis
3 Gymnopedies - Erik Satie
Fly - Nick Drake
Confesiones de un hombre bala - Cosmonauta
Codex - Radiohead
White Blanck Page - Mumford & Sons

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